miércoles, 23 de noviembre de 2011

Lonely Boy - Black Keys

No es que no me guste bailar, en realidad no tengo nada contra el baile. Simplemente no soy bueno para hacerlo. Al menos para bailar como se baila ahora. Entonces no lo hago, agradezco la invitación, me niego. Paso y punto. Uno tiene que conocer sus limitaciones. Por eso el baile nunca fue mi método de conquista, por eso detesto los bailes grupales, esos en los que todos hacen los mismos pasos, la misma coreografía. Yo siempre voy a destiempo, no me gusta tener que aprender de memoria cada movimiento. Cuando me ha tocado, he preferido improvisar.
Claro que también hay ciertas canciones con las que bailo mejor que otras. Bueno, no bailo, simplemente le hago caso a mi cerebro. Y si este me da la orden de saltar o sólo mover una pierna, obedezco. Él sabe mucho mejor que yo de ritmos musicales. Por eso hay varios que evita, en los que me da la orden expresa de no moverme. Por eso a veces luzco estático, como si no supiera qué hacer. No es así, yo podría dedicarme a imitar lo que veo a mi alrededor. Pero prefiero decir que no, que paso. Lo que ocurre en la mayoría de los casos.
Por momentos siento que dentro de mí hay un bailarín incomprendido, que no encuentra lugar en esta sociedad en la que todos disfrutan yendo hasta abajo o siguen ritmos de canciones que les gritan que muevan el culo. O que miren cómo lo mueven los demás. En estos temas sí soy un romántico, un tipo que ve con nostalgia el pasado.

P.S 1: Viva Fred Astaire carajo, o este bailarín anónimo del nuevo video de Black Keys al que envidio con desmesura.

P.S 2: Aunque contigo si bailo, lo que quieras, hasta el más terrenal de los perreos. Como dijeron los de Café Tacuba: El amor es bailar.