domingo, 31 de julio de 2011

Armistice - Phoenix

No son estas las mañanas que voy a extrañar, tampoco estas sensaciones raras, desesperantes. Extrañaré todos esos días sin restricciones, sin límites de tiempo, esos días en los que podía salir por la puerta y caminar, o subir a un auto y llegar a tu puerta, y encontrarte.
Pero los días son así, mejor dicho, la vida es así y ahí vamos, adaptándonos a sus cambios, a las rutinas que dejan de serlo, a las cosas mejores que vienen, a los sacrificios obligados, a las concesiones.
Porque al final de todo, lo importante es casualmente eso, lo que no cambia, eso que sigue ahí estemos donde estemos, eso que nos mantiene cada vez más unidos, soñando. Eso que basta sentirlo para estar bien, para recordar que hay cosas que de verdad valen la pena. Eso que nos hace soñar, hacer planes, ver más allá de lo que tenemos cerca. Eso es lo que importa, por eso hay que seguir peleando.
Para que pronto acaben estas mañanas, las despedidas por el ojo de buey, los adioses por la ventana, el frío de la noche, las llamadas de buenas noches. Y llegue todo eso de lo que hablamos, y ya no tenga que escuchar tu voz luego de un bip. Y pueda levantar la mirada y estés ahí, siempre.

No hay comentarios: