lunes, 12 de septiembre de 2011

Sowing the seeds of love - Tears for fears


Mientras caminaba sentí que me convertía en algo más ligero. Que empezaba a dejar atrás un gran peso, de días difíciles, de pelear contra cosas inevitables. Y ahí estaba, llenando mis pulmones con el aire frío de la noche, avanzando con pasos largos, a pesar de mis piernas cortas, mientras a mi alrededor todo transcurría en cámara lenta. Y, mientras esta canción llenaba mi cabeza con imágenes de un viaje alucinógeno, percibía con detalle cada movimiento, cada elemento que generaba en mi piel algún efecto sensorial. Sin embargo, lo que más llamaba mi atención era esa sensación de bienestar total que me invadía. Era como si hubiese pasado por una expiación, sentía que había estado atrapado en un hoyo oscuro y había logrado salir de él. Mi cuerpo había estado inmóvil por mucho tiempo y de pronto lograba moverse de nuevo y  cada músculo disfrutaba de esa libertad, de cada metro que dejaba atrás, ligero, veloz.
Y en mis recuerdos, solo momentos gratos, placenteros, cálidos, que funcionaban como una droga, que me hacían sentir seguro, confiado en que todo iba a estar bien. Ahí estaban las palabras tantas veces dichas, tu rostro en el espejo con esa expresión que me hace perder la cabeza, las risas sin control, la certeza, científicamente comprobable de que no existe nada mejor.
Ahí estaba yo, caminando mientras en mi mente retumbaba, una y otra vez, “I believe in love power, in love power”. 

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