jueves, 24 de febrero de 2011

Heads will roll - Yeah yeah yeahs

Cuando no tienes parlantes ni audífonos sólo te queda pensar la música. En otras palabras, que las notas se paseen por tus recuerdos, bailando al compás de si mismas, danzando horizontalmente, en un pentagrama imaginario, absurdo, irreal, fiel reflejo de tu incapacidad para escribir música. Porque tú de eso sabes poco. Sólo sabes escucharla, disfrutarla, dejarte llevar por ella.
A veces no recuerdas toda la letra, menos todos los acordes, sólo las sensaciones que te dejó determinada canción cuando la escuchaste por primera vez, o por segunda, o cada vez que la repites y se cuela en tu cerebro a través de los audífonos. Esas ocasiones, en las que la euforia, la tristeza, las ganas de bailar, de gritar son lo que recordarás por siempre y convertirán a determinada canción en parte de tu banda sonora: esas ocasiones, son las inolvidables.
Este post marca mi retorno a este blog que creamos Christian y yo hace unos años y al que siempre guardaremos un cariño inevitable, que está mucho más allá de todo lo bueno y malo que trajo a nuestras vidas. Escribir y escuchar música, dos de las actividades de las que más disfruto, se juntan de nuevo, esta vez espero que por mucho tiempo. Y para regresar al ruedo, una canción eufórica, empiladora al 100%, de esas que sólo te pueden poner a bailar, o a saltar o a festejar. Uno de mis grupos favoritos, los Yeah Yeah Yeahs, para un feliz regreso: Heads will Roll.

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