lunes, 28 de marzo de 2011

Por las ruas pelas calles - Kevin Johansen

Maldita mañana que ya terminas. Maldito lunes, maldita semana que recién empieza y que ya quiero que acabe. ¿Puede ser viernes por la noche? 
Ya no quiero estar acá.
Maldito atolondramiento de lunes por la mañana, que prácticamente empieza la noche anterior, cuando me olvido de configurar el despertador y lo dejo con la hora del fin de semana ocasionando que me levante tarde. El tiempo pasa demasiado rápido y no me da un puto respiro, a pesar de que tomo cierta marca de café que, mentira, no congela el tiempo. No, no hay lugar para una buena conversación, el periódico repite lo que ya sabía, que la cosa está jodida, que siempre hay lugar para la desesperanza.
Se va haciendo tarde y me olvido de las cosas, ya no se qué llevo en la mano ni en la mochila, ya no sé qué olvidé llevar, qué dejé. El taxi hace demasiadas paradas, a veces los semáforos parecen ponerse de acuerdo y turnarse, uno a uno, la luz roja. El tráfico se hace insoportable y me confunde.
Ella olvida despedirse con un beso en los labios y me da la mejilla, la pequeña burbuja que significó estar a su lado se rompe al verla bajar del taxi, de nuevo a enfrentarme al sol, a lo peor de un tráfico que parece apretarse como un nudo.
Hasta que esa canción empieza a sonar. Tratando de aislarme, de hacerme olvidar de todo lo que hay, de lo que viene. De pronto el calor cobra un sentido distinto, encuentra justificación. Y recuerdo que en unos días no veré esos autos, no respiraré tanto humo, tendré al frente el mar para combatir al sol. Y se que ya no tendremos que irnos a ningún lado, que sólo será una semana pero que no voy a querer que acabe nunca. Mientras, a mi lado las bocinas siguen sonando, los choferes siguen sudando y yo, simplemente, subo el volumen y cierro los ojos, mientras la última frase de la canción queda retumbando en mi cabeza, como una reconfortante promesa futura..."por el sexo, en la playa".


No hay comentarios: